lunes, 12 de diciembre de 2011

Mapa del latín:

Significad de los siguientes terminos:

-Caja de Pandora:
La caja de Pandora, en la mitología griega, era un recipiente al que tradiciones más modernas han llamado «caja», aunque se tratase más seguramente de un ánfora o una jarra. Según el mito este recipiente contenía todos los males que aquejaban a la humanidad (véase Pandora). 


-Complejo de Edipo:
 Se refiere al agregado complejo de emociones y sentimientos infantiles caracterizados por la presencia simultánea y ambivalente de deseos amorosos y hostiles hacia los progenitores.


-El suplicio de Tántalo:
El hombre por su misma insensatez, se priva de todo lo que tiene al alcance de la mano. El castigo de Tántalo también representa las frustraciones sufridas por aquellas aspiraciones insatisfechas, y la dualidad contradictoria que existe entre la voluntad de la autonomía y el persistente complejo de culpa en el hombre.


- Esfuerzo titánico:
Consiste en hacer un gran esfuerzo, tan grande y poderoso como un titan.


-Estar en los brazos de Morfeo:
De su nombre procede la expresión «estar en los brazos de Morfeo», que significa ‘soñar’ y por extensión ‘dormir’ o viceversa. ...


-Estar bajo la égida:
Es estar muy protegido.


-Estar hecho una furia:
Es frase que califica a aquél al que, en determinadas circunstancias, la ira hace gritar, gesticular y no atender a razones.


-Fuerza hercúlea:
Propio o digno de Hércules.


-Ser una arpía:
Calificar de arpia a una mujer equivale a atribuirle la mayor perversidad y una fealdad que al mismo tiempo despierta temor y rechazo. ¿Pero sabe cómo se empezó a usar esta palabra? Las arpias son aves quiméricas, crueles y sucias, con un rostro horrible de doncella y el cuerpo de ave de rapiña.


-Ser la musa de alguien:
Ser la inspiracion de alguien.





El regalo de boda de Perseo:

Perseo partió, guiado por los dioses Atenea y Hermes, en busca de las hijas de Forcis, las Grayas, tres ancianas que sólo tenían un mismo ojo y un mismo diente y que compartían pasándoselos una a la otra. Perseo les arrebató el ojo y el diente, obligándolas a confesar donde estaba situada la residencia de las ninfas a cambio de devolvérselos.
Así, Perseo se encontró con las ninfas, de las que consiguió un zurrón mágico, el casco de Hades, que permitía volver invisible al que lo llevara puesto, y unas sandalias aladas. Además, recibió de Hermes una hoz de acero con la que poder cortar la cabeza de Medusa. Con la ayuda de estos objetos logró introducirse en la residencia de las gorgonas, que, como las Grayas, eran hijas de Forcis. Mientras estaban dormidas, se acercó a ellas, Atenea guio su mano y usó su escudo de bronce como espejo para lograr cortar la cabeza de Medusa sin tener que mirarla. De la sangre de Medusa nació el caballo alado Pegaso y también el gigante Crisaor. Después de aquello, Perseo salió del palacio de las gorgonas. Esteno y Euríale, hermanas inmortales de Medusa, lo buscaron, pero sin encontrarlo, ya que el casco lo volvía invisible.

Los 12 trabajos de Heracles (Hércules en latín):

1º. Matar al león de Nemea y tomar su piel:

El león había estado aterrorizando los alrededores de Nemea, y tenía una piel tan gruesa que resultaba impenetrable a las armas. Cuando Heracles se dirigía a cazar al león se hospedó en casa de Molorco, partiendo después hacia la guarida de la fiera.
Cuando Heracles se enfrentó a él por primera vez, usando su arco y sus flechas, un garrote hecho de un olivo (que él mismo había arrancado de la tierra) y una espada de bronce, todas las armas resultaron inútiles. La morada del animal tenía dos entradas: Hercules lo azuzó hasta que el animal penetró en ella, taponó una de las entradas y acorralándolo por la otra lo atrapó y estranguló metiéndole un brazo por la garganta hasta asfixiarle. (En algunas variantes, Heracles estrangulaba realmente a la bestia.)
Heracles llevó el cuerpo del león a Micenas para que lo viera el rey Euristeo, quien elegía qué tareas debía cumplir el héroe en el camino de los doce trabajos. Pero éste se asustó tanto que prohibió a Heracles volver a entrar a la ciudad, y le ordenó que de ahí en adelante le mostrase el fruto de sus trabajos desde fuera. Euristeo mandó a sus herreros que le forjasen una tinaja de bronce que escondió bajo tierra, y en la que se refugiaba cada vez que se anunciaba a Heracles, comunicándole sus instrucciones a través de un heraldo.
Heracles empleó horas intentando desollar al león sin éxito. Por fin Atenea, disfrazada de vieja bruja, ayudó a Heracles a advertir que las mejores herramientas para cortar la piel eran las propias garras del león. De esta forma, con una pequeña intervención divina, consiguió la piel del león, que desde entonces vistió a modo de armadura.

2º. Matar a la hidra de Lerna:
Tras llegar a la ciénaga cercana al lago Lerna, Heracles cubrió su boca y nariz con una tela para protegerse de su aliento venenoso y disparó flechas en llamas a su refugio (la fuente de Amimone) para obligarle a salir. Entonces se enfrentó a ella con una hoz (según aparece en algunas vasijas pintadas antiguas); Ruck y Staples han señalado que la reacción de esta criatura ctónica fue botánica: tras cortar cada una de sus cabezas Heracles descubrió que le crecían dos nuevas cabezas, una expresión de la desesperación de esta lucha para cualquiera salvo para este héroe.3
Los detalles del enfrentamiento son explicados por Apolodoro:4 advirtiendo que no podría derrotar a la Hidra de esta forma, Heracles pidió ayuda a su sobrinoYolao. Éste tuvo la idea (posiblemente inspirada por Atenea) de usar una tela ardiendo para quemar el muñón del cuello tras cada decapitación, cauterizando la herida y evitando así que las dos nuevas cabezas brotasen. Heracles cortó todas las cabezas y Yolao quemó los cuellos abiertos, matando así a la Hidra. Heracles tomó entonces su única cabeza inmortal y la enterró bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Eleia,5 mojando sus flechas en la sangre venenosa de la Hidra y completando así su segundo trabajo.
En una versión alternativa, Hera enviaba un cangrejo para que mordiese los pies de Heracles y le estorbase, esperando provocar así su muerte. No obstante, Heracles aplastó a la criatura y siguió luchando contra la Hidra.
Cuando Euristeo, el rey que asignaba los trabajos a Heracles, supo que había sido su sobrino quien le había dado la antorcha, declaró que no había completado el trabajo solo y por tanto no contaba para el total de diez labores que se le habían asignado. Este elemento mítico es un ambiguo intento de resolver el conflicto entre los antiguos diez trabajos y los doce más recientes.

3º. Capturar al jabalí de Erimanto:
En el camino hacia Erimanto, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos compartió con él su comida y su vino. Pero los otros centauros, al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos se enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban.
Mientras Heracles enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de Heracles y la examinó asombrado de que algo tan pequeño pudiese dar muerte a criaturas tan formidables, pero con tal torpeza que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pie y matándolo. Heracles lo enterró al pie de la montaña que tomó su nombre.
Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y, persiguiéndole durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde, saltando sobre su lomo, lo ató con cadenas y se lo llevó a Micenas vivo, cargándolo sobre sus hombros. Cazar a esta enorme criatura fue el cuarto trabajo de los doce que Euristeo mandó realizar a Heracles.

4º. Capturar a la cierva de Cerinia:
Heracles debía capturar a la cierva para llevarla viva a Micenas y entregarla a Euristeo. La cierva de Cerinia, tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro, estaba consagrada a Artemisa ya que era una de las cinco ciervas que la diosa había intentado capturar para engancharlas a su carro y había sido la única que había logrado escapar. Pero la cierva era muy veloz y no le fue fácil atraparla, por lo que la persiguió día y noche sin descanso hasta el país de losHiperbóreos. Allí la capturó mientras ésta tomaba agua y la llevó a Euristeo. Heracles tardó 12 meses en capturarla.
Heracles, era consciente de que si derramaba una sola gota de sangre de la cierva de Cerinia tendría que dar explicaciones, con su consiguiente castigo. Aprovechando que la cierva estaba bebiendo, Heracles le atravesó las dos patas por la piel utilizando una flecha que hizo pasar entre el tendón y el hueso, sin llegar a derramar su sangre. Una vez inmovilizada, la apresó y la llevó a Micenas. Su gran hazaña sirvió de ejemplo a otros muchos héroes de la antigüedad como Yhuidr y Casto.

5º. Limpiar los establos de Augías en un día:
Por designio de los dioses el ganado de Augías no sufría de enfermedades, por lo que logró poseer el mayor rebaño de todo el país. Doce toros que le había regalado su padre Helios defendían al resto de la manada, haciendo que el ganado de Augías tampoco sufriera bajas por las fieras de los alrededores. Eran conocidos sus establos, que nunca habían sido limpiados hasta que lo hizo Heracles en un solo día en cumplimiento de su quinto trabajo. Euristeo le encargó esta extraña misión con el fin de humillarle y ridiculizarle, pues tal era la cantidad de excrementos acumulados en los establos que era prácticamente imposible limpiarlos en un sólo día. Así el gran Heracles, vencedor de terribles monstruos y hazañas heroicas, caería humillado ante una tarea tan denigrante. Pero el astuto héroe cumplió su trabajo abriendo un canal que atravesaba los establos y desviando por él el cauce de los ríos Alfeo y Peneo, que arrastraron toda la suciedad.
Augías montó entonces en cólera, pues había prometido a Heracles regalarle una parte de su ganado si realizaba la misión en un sólo día. Se negó a cumplir su promesa alegando que el trabajo lo habían realizado los ríos, y cuando el testimonio de su hijo Fileo convenció a los jueces para que le dieran la razón a Heracles, Augías le desterró del reino. Euristeo por su parte tampoco consideró el trabajo como uno de los diez, ya que Heracles había sido contratado por Augias.
Heracles abandonó Élide y buscó alianzas entre los príncipes de toda Grecia para atacar a Augías, pero fue derrotado por los moliones, que mataron a su hermano Ificles. Los corintios, aliados de Heracles, proclamaron entonces la tregua ístmica, ante las numerosas bajas que el ejército de Augías estaba provocando.
Tres años más tarde, Heracles aprovechó que los eleos estaban celebrando un festival en honor a Poseidón para tender una emboscada en la que mató a los moliones y a Éurito, hijo de Augías, dejándole así sin sus mejores generales. Posteriormente volvió a reclutar otro ejército entre las ciudades del Peloponeso y con él saqueó la Élide y mató a Augías, poniendo al desterrado Fileo en el trono de su padre. Para celebrar la victoria, Heracles instauró los famosos juegos olímpicos.

6º. Matar a los pájaros del Estínfalo:
 Euristeo comandó a Heracles que acabase con la amenaza de dichas aves, como parte de Los doce trabajos de Heracles, ya que en ocasiones atacaban al ganado o a la población. Heracles se dirigió al Estínfalo, y ahí se encontró desolado pues la misión era especialmente difícil de completar: las aves eran demasiadas para sus flechas y su legendaria fuerza no le servía de nada.
Entonces apareció Atenea y le socorrió dándole un cascabel (o una campana) de bronce y le mandó a que lo tocara desde una colina elevada, al hacerlo las aves asustadas emprendieron vuelo y nunca más se las volvió a ver en el bosque y el lago. Muchas de ellas fueron derribadas por las flechas de Heracles y las que consiguieron escapar huyeron hacia la isla de Ares, en el Mar Negro, donde fueron encontradas años después por los Argonautas. Cuando Heracles volvió con Euristeo, éste se hallaba en su refugio debido a que varios de los pájaros de bronce volaban alrededor de su palacio. Al ver esto, Heracles sonó su cascabel y los pájaros se alejaron de ahí.

7º. Capturar al toro de Creta:
 Heracles se presentó a Minos, que le autorizó para capturar al toro, si podía. Heracles consiguió subir a lomo del animal y lo condujo, a través delmar Egeo, hasta MicenasEuristeo, al ver al hermoso animal lo quiso ofrecer a Hera, pero la diosa lo rechazó al ver la ferocidad del toro, por lo que Euristeo lo dejó libre.
El toro causó estragos allá por donde pasó. Atravesó la Argólide, cruzó el istmo de Corinto hasta que finalmente el héroe ateniense Teseo consiguió matarlo en la llanura de Maratón (cerca de Atenas).

8º. Robar las yeguas de Diomedes:
 Consistía en capturar a las veinte Yeguas de Diomedes, que comían carne humana. Éste las tenía atadas con cadenas y las alimentaba con la carne de sus inocentes huéspedes. Heracles partió con un grupo de voluntarios, consiguiendo arrebatárselas a Diomedes, quien fue con su ejército a atacar a Heracles, pero él lo mató arrojando el cuerpo de este aún con vida a sus yeguas y su ejército huyó. Tras devorarlo, las yeguas se volvieron tan mansas que el héroe las pudo atar al carro de Diomedes y se las llevó a Mecenas, donde fueron regaladas a Hera. Durante la lucha, las yeguas devoraron a Abderus, amigo de Heracles, quien había quedado encargado en custodiarles, entonces Heracles fundó en su honor la ciudad de Abdera.
Se dice que las yeguas murieron en el monte Olimpo devoradas por las fieras y las alimañas. Según la tradición, Bucéfalo, caballo de Alejandro Magno, descendía de una de estas yeguas.

9º. Robar el cinturón de Hipólita:
 Obtener el cinturón, a petición de Admete, la hija de Euristeo. En una versión de la historia, Hipólita se enamoraba de Heracles y le daba el cinturón voluntariamente. De acuerdo con otra Heracles obtenía el cinturón secuestrando a la hermana de Hipólita, Melanipa, y exigiendo el cinturón como rescate, y liberándola tras conseguirlo.
Después de que Heracles obtuviese el cinturón, Teseo, uno de los compañeros de Heracles, secuestra a Antíope, otra hermana de Hipólita. Las amazonas atacan entonces (porque Hera, la enemiga de Heracles, había difundido el malintencionado rumor de que Heracles estaba allí para atacarlas o secuestrar a Hipólita), pero Teseo y Heracles escapan con el cinturón y con Antíope. Según otra versión, Heracles mata a Hipólita en su huida. Para rescatar a Antíope, las amazonas atacan Atenas pero fracasan, muriendo en algunas versiones Antíope durante el ataque.

10º. Robar el ganado de Gerión:
Mientras viajaba hacia allí, cruzó el desierto libio (Libia era el nombre genérico de África para los griegos) y quedó tan frustrado por el calor que disparó una flecha a Helios, el sol. Helios le rogó que parase y Heracles pidió a cambio la copa dorada que el dios usaba para cruzar el mar cada noche, de oeste a este. Heracles usó esta copa dorada para llegar a Eritia, en lo que constituye uno de los motivos de los pintores de vasijas.
Heracles intentó robar el ganado y mató primero a Ortro y luego a Euritión. Cuando llegó Gerión, en algunas versiones tras haber sido informado por Menecio, el pastor del Hades, Heracles le mató, desgarrando su cuerpo en tres partes.
Heracles tuvo entonces que arrear el ganado hasta Euristeo. En las versiones romanas de la historia, Caco robó en el monte Aventino de Roma parte del ganado de Gerión a Heracles mientras éste dormía, haciendo que las reses caminasen de espaldas para no dejar nuevas huellas, una repetición del truco del joven Hermes. Según algunas versiones, Heracles pasó con el resto del ganado frente a una cueva donde Caco escondía las reses robadas, y empezaron a llamarse unas a las otras, pero en otras Caca, la hermana de Caco, le dijo a Heracles dónde se escondía su hermano. Heracles mató entonces a Caco y, de acuerdo con la mitología romana, fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado de ganado, se celebraría posteriormente.
Para molestar a Heracles, Hera envió un tábano para que picase al ganado, irritándolo y esparciéndolo. Hera envió entonces una inundación que elevó el nivel de un río tanto que Heracles no podía vadear el ganado. Heracles apiló piedras en el río para hacer que el agua fuera menos profunda, y más tarde Equidna asaltó a Héracles para robarle los bueyes de Gerión, y cuando éste fue a reclamarlos Equidna le dijo que no se los entregaría a menos que el héroe tuviese relaciones sexuales con ella. Heracles lo hizo, y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites. Cuando por fin llegó a la corte de Euristeo, el ganado fue sacrificado a Hera.

11º. Robar las manzanas del jardín de las Hespérides:
Después de que Heracles completase sus primeros diez trabajosEuristeo le asignó dos más afirmando que no contaban ni el de la Hidra (porque le había ayudado Yolao) ni el de los establos de Augías (porque fue pagado por él, o porque los ríos hicieron el trabajo). El primero de estos dos trabajos adicionales fue robar las manzanas del Jardín de las Hespérides. Heracles capturó primero al anciano del mar (halios geron),7 el dios marino que cambiaba de forma, para saber dónde estaba ubicado dicho jardín.8
En algunas variantes Heracles conoce al principio o al final de su trabajo a Anteo, quien era invencible siempre que estuviese en contacto con su madre,Gea, la Tierra. Heracles lo mató sujetándolo en vilo y aplastándolo con un fuerte abrazo.9
Heródoto afirma que Heracles se detuvo en Egipto, donde el rey Busiris decidió hacer de él su sacrificio anual, pero Heracles rompió sus cadenas.
Llegando finalmente al Jardín de las Hespérides, Heracles engañó a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas (Atlas podría tomarlas en esta versión porque era el padre de las Hespérides o tenía algún parentesco con ellas). Al volver, Atlas decidió no aceptar los cielos de vuelta, y en su lugar se ofreció a llevar las manzanas a Euristeo él mismo, pero Heracles volvió a engañarlo aceptando quedarse en su lugar a condición de que Atlas sujetase el cielo un momento para ponerse su capa más cómodamente. Atlas accedió, y entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó. Según una versión alternativa, Heracles habría matado a Ladón.
Hay otra variante de la historia en la que Heracles era la única persona que robaba las manzanas (además de Perseo), si bien Atenea las devolvía luego a su lugar correcto en el jardín. Eran consideradas por algunas las mismas «manzanas de dicha» que tentaron a Atalanta, frente a la «manzana de la discordia» usada por Eris para provocar un concurso de belleza en el Olimpo (que terminaría dando lugar a la Guerra de Troya).

12º. Capturar en los infiernos a Cerbero:
Viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus hijos. Encontró la entrada al inframundo en Ténaro.Atenea y Hermes le ayudaron a traspasar la entrada a la ida y a la vuelta. Gracias a la insistencia de Hermes y a su propio aspecto fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte.
Mientras estaba en el inframundo, Heracles liberó a Teseo, pero la tierra tembló cuando intentó liberar a Pirítoo, por lo que tuvo que dejarlo atrás. Ambos habían sido encarcelados por Hades, quien los había sujetado mágicamente a un banco cuando intentaron secuestrar a Perséfone. Dicha magia era tan fuerte que cuando Heracles tiró de Teseo para liberarlo, parte de los muslos de éste quedaron pegados al banco, lo que explicaría por qué sus descendientes tenían muslos notablemente delgados.
En algunas versiones, Heracles simplemente pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero, a lo que éste accedió siempre que Heracles no hiciera daño al perro, pero en otras versiones Heracles disparó una flecha a Hades. Tras esto, en algunas versiones Heracles luchó con el perro y lo arrastró fuera del Hades, pasando por la cueva Aquerusia, pero en otras Heracles trató con amabilidad al fiero perro por primera vez, y éste le acompañó afuera dócilmente.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Trabajo numero 1:

Renacimiento: 


Hércules mata a las aves de Estinfalo, de Alberto Duero.




 Hércules luchando con el león de Nemea, de Rubens.




Los argonautas abandonan la Cólquida, de Ercole de´Roberti.




Medusa, de Caravaggio.



Hércules y la Hidra, de Pollauiolo.



Barroco:

Hércules y Cerbero, de Francisco de Zurbarán.




Perseo liberando a Andrómeda, de Rubens.





Romanticismo:

Medea a punto de matar a sus hijos, de Eugéne Delacroix.







 Teseo matando al Minotauro, de Antoine-Louis Barye.




Neoclasicismo:

Jasón y el vellocino de oro, de Bertel Thorvaldsen.





Medea, de Frederick Sandis.